Alarma en Chile: La Salud Mental Post-Pandemia Afecta Especialmente a Jóvenes y Adultos Mayores

2025-08-17
Alarma en Chile: La Salud Mental Post-Pandemia Afecta Especialmente a Jóvenes y Adultos Mayores
EL IMPARCIAL

La pandemia de COVID-19 ha dejado una huella imborrable en la salud mental de la población chilena. A pesar de que la emergencia sanitaria ha disminuido, los problemas de salud mental persisten y, en algunos casos, se han agravado, según advierte la psicóloga [Nombre de la psicóloga, si se conoce]. Una preocupación particular es el aumento de casos de personas con pensamientos suicidas, concentrados principalmente en dos grupos etarios: jóvenes entre 15 y 29 años y adultos mayores de 60 años.

Un panorama preocupante

“Los casos de pacientes con pensamientos de atentar contra su integridad se concentran entre jóvenes de 15 a 29 años y adultos mayores de 60 años, aunque pueden ser a cualquier edad”, explica la experta. Este hallazgo subraya la necesidad urgente de abordar la salud mental como una prioridad nacional, especialmente en estos grupos vulnerables.

Jóvenes: Presión, incertidumbre y redes sociales

La generación joven ha enfrentado desafíos sin precedentes durante la pandemia. El cierre de escuelas, la interrupción de la socialización, la incertidumbre sobre el futuro y la presión constante de las redes sociales han contribuido a un aumento en los niveles de ansiedad, depresión y estrés. Además, la dificultad para acceder a servicios de salud mental adecuados agrava aún más la situación.

Adultos Mayores: Soledad, pérdida y miedo

Los adultos mayores, por su parte, han sido especialmente afectados por la soledad, la pérdida de seres queridos y el miedo a enfermar gravemente. El aislamiento social, la falta de contacto físico con la familia y amigos, y la preocupación por la salud han generado un impacto significativo en su bienestar emocional. La dificultad para adaptarse a las nuevas tecnologías también ha limitado su acceso a información y apoyo.

¿Qué podemos hacer?

  • Promover la salud mental en las escuelas y universidades: Implementar programas de prevención y detección temprana de problemas de salud mental en las instituciones educativas.
  • Fortalecer los servicios de salud mental: Aumentar la disponibilidad y accesibilidad de servicios de salud mental asequibles y de calidad para todos los chilenos.
  • Combatir el estigma: Fomentar una cultura de apertura y comprensión hacia las personas que sufren de problemas de salud mental.
  • Apoyar a los grupos vulnerables: Implementar programas específicos para jóvenes y adultos mayores que aborden sus necesidades particulares.
  • Fomentar el autocuidado: Promover hábitos saludables como el ejercicio físico, la alimentación equilibrada, el descanso adecuado y la práctica de técnicas de relajación.

Un llamado a la acción

La salud mental es un derecho fundamental y una responsabilidad compartida. Es crucial que como sociedad, trabajemos juntos para crear un entorno que promueva el bienestar emocional y ofrezca apoyo a quienes lo necesitan. Ignorar este problema solo conducirá a consecuencias más graves. Es hora de actuar y priorizar la salud mental de todos los chilenos.

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